¿Te pasa que por más que haces ejercicio y dietas parece que no puedes bajar esa pancita después de haber sido mamá?; podría sorprenderte que más del 50% de las mujeres sufre de este mismo mal llamado comúnmente como pancita de mamá, pero su nombre real es diástasis de rectos y, aunque suena como algo complicado, es una condición sencilla de remediar.
A continuación, te explicamos qué es esta condición y por qué es que sucede.
¿Qué son los rectos?
Para poder comprender mejor lo que es la diástasis de rectos, es importante conocer los elementos involucrados, en este caso los músculos rectos.
Los rectos son los músculos abdominales que conocemos coloquialmente como el six pack o los cuadritos. Se tienen dos músculos rectos, el derecho y el izquierdo, los cuales están unidos por un tejido conectivo llamado línea alba, y juntos tiene la función principal de mantener los órganos en su lugar y equilibrar la carga de la postura con la espalda.
Diástasis de rectos
Durante el embarazo, estos mismos músculos se van separando con el fin de ir dando espacio al bebé que viene en camino. Una vez pasado el parto, tanto los órganos como los músculos rectos y la línea alba deberían de regresar a su posición original, pero en más del 50% de los casos esto no pasa.
En este tipo de casos, lo que sucede es que los músculos rectos no regresan a su posición regular, por lo que la línea alba o el tejido conector, entre los rectos, se queda sosteniendo los órganos, pero al no tener la misma fuerza que los músculos se termina formando un hueco al nivel del ombligo causando que el abdomen se bote formando la llamada “pancita de mamá”. A esta condición se le conoce como diástasis de rectos.
La diástasis de rectos, además de ser la causante de tener un abdomen abultado, también es el causante de dolores de espalda crónicos, ya que al perder la fuerza del abdomen para sostener la postura todo ese trabajo termina recayendo sobre los músculos de la espalda, principalmente de la zona baja.
Además, esta condición puede traer otros problemas como incontinencia o problemas durante las relaciones sexuales, causando dolor o incomodidad, esto debido a que el piso pélvico se hamaca, causando presión en la vejiga y que la vagina se ensanche.
La buena noticia es que la condición de la diástasis de rectos es totalmente rehabilitable, si quieres conocer sobre el proceso de cómo puedes recuperar tu figura, te invitamos a que des clic en el siguiente botón.
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